*Estructura. El quijote se publicó en dos partes: la primera, escrita en 1605, y la segunda, en 1615.
· La primera parte del Quijote relata dos salidas o viajes del protagonista. La primera salida, muy breve (capítulos 1-6), es una pieza casi autónoma. Narra que Alonso Quijano, coge a su viejo caballo, Rocinante, arregla unas viejas armas de sus antepasados y sale en busca de aventuras. En la segunda salida se busca un escudero, el vecino labrador Sancho Panza, a quien convence tras hacerle múltiples promesas.
· La segunda parte del Quijote recoge un único viaje -la tercera salida- que ocupa los 74 capítulos del libro.
El portugués Fernando de Magallanes firmó el 22 de marzo de 1518 la capitulación para ir a descubrir las islas especieras intentando hallar un estrecho en América al sur del río de Solís. Juan Sebastián Elcano cambió luego este itinerario y transformó este viaje en la primera vuelta al mundo
Durante el siglo XVI España era la primera potencia del mundo. La Monarquía Hispánica se convirtió en el imperio más extenso que había existido hasta el momento, con posesiones en Europa, América, África y Asia.
El Imperio español fue el conjunto de territorios de España o de las dinastías reinantes en España. Alcanzó los 20 millones de kilómetros cuadrados a finales del siglo XVIII, aunque su máxima expansión se produjo entre los años 1580 y 1640, durante el reinado de Felipe II, III y IV. Durante los siglos XVI y XVII creó una estructura propia no llamándose imperio colonial hasta el año 1768, siendo en el siglo XIX cuando adquiere estructura puramente colonial.
En Inglaterra el rey propicio la creación de la industria textil, y las sedas inglesas compiten con las de Francia. De la costa oriental los franceses traen telas estampadas y sus procedimientos de fabricación. La aplicación del almidón da nuevo aspecto a camisas y enaguas. A fines del siglo aparecen los encajes con líneas curvas estilo Luis XIV. Las mujeres adoptan una gorguera de origen francés que consiste en una tira angosta de lienzo fino que rodea el cuello y cae sobre la espalda y los hombros.
Hombres y mujeres hicieron uso del manguito (media manga de punto ajustada que cubre desde el codo a la muñeca) para cubrir las manos, con frecuencia usando costosos materiales. En este siglo desaparecen las diferencias entre los vestidos de diversas naciones europeas, y se unifica la moda que tiene influencia española y francesa. Contra el despilfarro de los cortesanos se alzaron algunos monarcas de espíritu sobrio, como Felipe IV de España que prohibió todo adorno de plata y oro sobre los vestidos.
La sociedad estamentaria y jerárquIca del siglo XVII (monarquía, clero, nobleza, pueblo llano y marginados) distinguía a sus grupos sociales por su forma de vestir. Las gentes del Siglo de Oro no se podían permitir desconocer las palabras ni el significado de la ropa, porque ese despiste les podía acarrear serios disgustos. Se trata de una sociedad que refuerza los valores nobiliarios y acentúa el desprecio por los trabajos manuales y ocupaciones de clases inferiores. De la nobleza derivan los más altos cargos de la milicia y de la administración; los nobles gozaban de privilegios civiles, políticos, procesales y penales, y especialmente del tratamiento de señoría. Para afirmar la propia superioridad el noble tenía que cuidar de su apariencia exterior, y muy especialmente de su vestido.
El vestido de la mujer cortesana constaba de varias prendas, como la saya entera, el verdugado interior, el cartón de pecho, la gorguera o el gran cuello de lechuguilla y el copete . Otra prenda de uso cortesano era la saboyana, parecida a la saya, pero sin cola y abierta la falda por delante, la cual se vestía sobre la basquiña. Para completar el vestuario de una dama habrá que añadir los trajes para usos especiales, tales el capotillo y el ferreruelo de camino, prenda corta que no pasaba de las rodillas, de forma circular con cuello y obrecuello y aberturas en los delanteros para sacar los brazos.
Otros complementos obligados en el atuendo femenino eran los tocados (tocas, gorras y gorrillas) y los altos calzados (Chapines), que obligaban a aquellas mujeres a andar deslizándose, sin levantar los pies del suelo.
El traje de hombre al uso cortesano generalmente estaba compuesto por una ropilla, unos calzones (greguescos o valones) , las calzas y las medias y una capa o un herreruelo. Algunos de los vestidos especialmente ricos, en lugar de capa tenían un bohemio. Los vestidos en que la ropilla se sustituía por una cuera o coleto , el jubón no podía faltar. Habían otras prendas de encima sólo para vestir en el exterior, como el gabón y el capote. El principal complemento del vestido fue el cuello de lechuguilla. Los calzados eran zapatos, borceguíes y botas. Los dos tocados principales eran el sombrero (para exterior) y la gorra (para interior). Otros complementos imprescindibles eran las ligas o senojiles (cuando se llevaba calzones), la pretina (cinturón) y los guantes.
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